Capítulo 7

 7




En Venezuela, La Unión Israelita de Caracas editaba un periódico llamado “Nuevo Mundo de Israel”, semanario al servicio de la comunidad judía de Venezuela. En ese semanario, por los momentos de los ataques de Israel a Gaza, el año 2008-2009 colocaban las razones por las que Israel atacaba, y eran las palabras de la canciller israelí Tzipi Livni, donde se decía que Israel luchaba en contra del Gobierno de terror de Hamás en la Franja de Gaza, con el objetivo de transformar la situación de seguridad de Israel, y con ello el mundo se dividía entre negociadores y extremistas. Estos son días – decía la Canciller- en los que cada uno, en la región y en el mundo, elige de qué lado estar. El verdadero conflicto es entre los elementos más extremistas y los negociadores de la región. Hamás es una organización islámica extremista; una organización que desconoce la existencia de Israel y su derecho a estar aquí; una organización que vive transmitiendo el miedo y el odio; una organización que recibe apoyo de Irán y Siria, en dinero, armamento y entrenamiento; una organización terrorista. Hamás, que gobierna Gaza, se resiste a aceptar las tres condiciones: Primero: Reconocimiento de Israel; 
 segundo: Renunciar al terror; y
 tercero: Reconocimiento de los acuerdos previos.
Mantenemos el poder en nuestras manos y eso es lo que estamos haciendo hoy.
 Israel es blanco de ataques, desde Gaza, desde los últimos ocho años.
 Hicimos todo para evitar el deterioro.
Acordamos la tregua que fue violada por Hamás. Hamás es el responsable de violar la tregua y son responsables, también, aquellos que lo apoyan, lo ayudan y le brindan refugio. Hoy todos pagan el precio.
Israel debe defenderse de cualquier intento de ser atacado en su soberanía, en la tranquilidad de sus pobladores y en la seguridad de sus ciudadanos. Hamás es una organización terrorista. Israel actúa contra Hamás y no contra su población. Israel reitera —a todo aquel que argumenta sobre la población— que se dirije al responsable directo de la situación, a Hamás, que lo tiene como rehén. Israel hizo todo para evitar este momento de acción, pero el tiempo llegó. Lo hacemos para lograr un cambio.
Es cierto: las imágenes de televisión del mundo despiertan una opinión pública muy dura y contraria a Israel. Lo lamentamos.
Es cierto que quien resuelve se encuentra influido por la opinión pública y la comunicación, a pesar de saber cuál es la verdad y cómo actuarían en una situación similar.
La lucha es contra Hamás y sus socios.
Cada uno debe optar. La elección no es entre los que apoyan a los árabes y los que apoyan a los judíos. El lado correcto es el del Estado de Israel junto a todos los elementos negociadores de la región, incluido el sector del público palestino y del mundo árabe, o el lado del terror extremo.
No hay lado intermedio. La carta, ciertamente, era más larga pero era, más o menos, lo que transmitía al mundo, pero, sobre todo al ejército de Israel al que le agradecía su fidelidad a los propósitos y objetivos del ataque contra Gaza.

Se trataba de optar, según las palabras de la Ministro de Israel. O se estaba a favor de Israel, con el consabido discurso de la paz, o se estaba en contra. Y estar en contra era declararse terrorista. Así, sin más. 

Pedro Pablo muy atento a estas noticias y a otras muchas había leído con atención las palabras de la Ministro judía y no podía dejar de quedar confundido. Casi se convierte en sionista, tampoco era que fuera un antisemita, pero se hallaba confundido con lo bien desarrollada de la carta. 

 



Comentarios

Entradas populares de este blog

Capítulo 4

Capítulo 6